Del Ladrillo A La Piel. Jessica Olarte.

“… Si este modelo real no existe será necesario fabricarlo previamente, lo cual implica la manipulación física del modelo” (Costa, Pag 53, 1991), esto puede crear una atmósfera de ficción donde por medio de la selección de imágenes, y la definición subjetiva de su tono o saturación puedo determinar que quiero mostrar. De acuerdo con el ya mencionado autor, cuando dice: “Al ser este un universo de ficción es también un universo de seducción”, por medio de esta última, la inmortalización de un instante se vuelve algo más que el instante mismo, es la invitación a ser visto de otra manera.

La fachada de una casa, y, quien la habita, mantienen una relación muy estrecha, que se visualiza en el aspecto de la misma, pues son las condiciones de quien la habita, lo que determina su aspecto.

Los juguetes deteriorados, simbolizan el estado de dichos objetos cotidianos, que se desvanecieron en el tiempo, dejando huella de nuestra constante transmutación en otros. Según Brassai: “Hay muchas fotografías que están llenas de vida pero son confusas y difíciles de recordar. Es la fuerza de una imagen lo que importa…”, esta fuerza es asumida por el recuerdo emotivo, de este sujeto que uso le dio.

En las imágenes anteriores requerí de una Cámara reflex, de película ASA 100, Blanco y Negro. Las imágenes, del sujeto, son tomadas de una cámara digital; y en ellas manipulé: el contraste de brillo, tonos intermedios y saturación.

Finalmente, esta es una invitación para sentir esa ciudad adolorida que intenta escabullirse, en un metro cuadrado, construido, más allá de su perímetro actual, donde crece su extensión, su población sus proyectos de planeación y sobretodo ese dolor, expreso en la mirada de de sus habitantes.

Cuarto solo
Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe.

Alejandra Pizarnic